
Este año va de discazos creados por tipos de aspecto cuanto menos peculiar. Bigott (Borja Laudo) podría ser el primo de Bonnie 'Prince' Billy pero sin embargo es aragonés, y muy orgulloso de serlo. Musicalmente se mueve en sonoridades americanas aunque menos country que su primo bastardo yankee. Digamos que es primo de Bonnie pero se lleva mejor con Devendra Banhart. A mi el termino "folkie maño" (me lo acabo de inventar) me parece bastante acertado para definir las delicias sonoras recubiertas de preciosos arreglos y bellas voces femeninas con las que Bigott da forma al que es su tercer disco, quizás el más directo y el más inspirado. Y es que las diez canciones que componen Fin, producidas por el omnipresente Paco Loco, apenas llegan a los veinticinco minutos. Pero que bien aprovechados!
Las guitarras casi tropicales y las palmas nos dan la bienvenida con Afrodita Carambolo para ir poniéndonos cómodos con She is my man, de curioso título pero de acierto indudable. Y es que la ironía en las letras es sello inconfundible del artista. Destacables siempre los hipnóticos coros y los elaborados arreglos que caracterizan cada una de las composiciones del album. Los coros, como no, sirven de introducción a la melodía casi cómica de Kinky Merengue. A estas alturas uno no sabe si está en Texas, en Calatayud o en alguna isla tropical. Pero la corta duración de los temas no nos da tregua y New York Seveille nos espera para acompañarnos a las calles de la ciudad más cosmopolita a ritmo de chanson. Embriagadora, soberbia. Y de nuevo, por enésima vez, geniales las voces femeninas en segundo plano.
Después del arrollador comienzo, bajamos un poco el ritmo y la velocidad con la reposada Trois Je T'aime. Y si, en apenas algo más de diez minutos nos hemos ventilado la primera parte del disco.
Algora Campeón es un precioso homenaje a ritmo de vals al desaparecido Sergio Algora y sirve de punto de partida para la parte final del disco, que será igual de frenética y acertada que la primera. Sin apenas tiempo de volvernos a abrochar el cinturón, Walk the UFO nos atropella con su inquietante melodía, acentuada con la siempre grave e imponente voz de Bigott. ¿Os he comentado lo bien que le sientan a sus canciones una voz femenina? Otro ejemplo más, en este caso la voz de Muni Camón.
Algo más optimista resulta el sonido de la guitarra acústica que presenta The Party, aunque algo atenuada por las voces tan graves, casi enfadadas. Oh Clarin es otro ejercicio reposado en esta ocasión de voz y piano embellecido en su parte final por un pedal steel que remata la faena de forma inmejorable. Otra guitarra acústica nos anuncia el final con The New Pornographers, donde la voz de Bigott suena más amable, más cercana, como despidiéndonos hasta la próxima.
Aquí estaremos, no lo dudes.
Fin.
"She is my man"
Las guitarras casi tropicales y las palmas nos dan la bienvenida con Afrodita Carambolo para ir poniéndonos cómodos con She is my man, de curioso título pero de acierto indudable. Y es que la ironía en las letras es sello inconfundible del artista. Destacables siempre los hipnóticos coros y los elaborados arreglos que caracterizan cada una de las composiciones del album. Los coros, como no, sirven de introducción a la melodía casi cómica de Kinky Merengue. A estas alturas uno no sabe si está en Texas, en Calatayud o en alguna isla tropical. Pero la corta duración de los temas no nos da tregua y New York Seveille nos espera para acompañarnos a las calles de la ciudad más cosmopolita a ritmo de chanson. Embriagadora, soberbia. Y de nuevo, por enésima vez, geniales las voces femeninas en segundo plano.
Después del arrollador comienzo, bajamos un poco el ritmo y la velocidad con la reposada Trois Je T'aime. Y si, en apenas algo más de diez minutos nos hemos ventilado la primera parte del disco.
Algora Campeón es un precioso homenaje a ritmo de vals al desaparecido Sergio Algora y sirve de punto de partida para la parte final del disco, que será igual de frenética y acertada que la primera. Sin apenas tiempo de volvernos a abrochar el cinturón, Walk the UFO nos atropella con su inquietante melodía, acentuada con la siempre grave e imponente voz de Bigott. ¿Os he comentado lo bien que le sientan a sus canciones una voz femenina? Otro ejemplo más, en este caso la voz de Muni Camón.
Algo más optimista resulta el sonido de la guitarra acústica que presenta The Party, aunque algo atenuada por las voces tan graves, casi enfadadas. Oh Clarin es otro ejercicio reposado en esta ocasión de voz y piano embellecido en su parte final por un pedal steel que remata la faena de forma inmejorable. Otra guitarra acústica nos anuncia el final con The New Pornographers, donde la voz de Bigott suena más amable, más cercana, como despidiéndonos hasta la próxima.
Aquí estaremos, no lo dudes.
Fin.
"She is my man"
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