6 may 2009

Carlos Madrid - Campeones de Invierno (2009)

6 may 2009
A la hora de escribir sobre Campeones de Invierno (La Casa con Ruedas, 2009), el disco debut de Carlos Madrid, me he propuesto dos objetivos: uno es no utilizar la palabra influencias y el otro no mencionar a Quique González e Ivan Ferreiro.

Carlos Madrid es un joven autor de apenas 24 años que muestra un gran talento para adaptar unos textos de un altísimo nivel a unas melodías que beben de lo mejor del rock anglosajón y del pop patrio.

Con la participación de Miguel Ángel Ruiz (Guitarras acústicas, guitarras eléctricas, banjo, bajo, hammond, armónica, producción, máster y acelerador de partículas) y el ex-Piratas Paco Serén (Guitarras eléctricas, programación, rhodes, batería, coros y programaciones), Campeones de invierno es un disco que suena familiar, a chimenea encendida con olor a comida casera, a tardes de verano en bicicleta con el mar al final del camino, a viejos discos clásicos sonando en interminables tardes de espera. Campeones de invierno es todo lo que soñamos ser y nunca logramos.

Ese tipo de emociones son las que te hacen sentir el piano y la voz de la inicial y homónima Campeones de invierno, tan solo interrumpidos por una dolorida guitarra eléctrica que nos rasga la melancolía. Bidonville nos hace viajar a Nashville y querer agarrar la guitarra y apoyar nuestra cabeza sobre ella mientras golpeamos el pie contra el suelo al ritmo de la melodía. La percusión y bajo del comienzo de Demasiadas expectativas nos dan la bienvenida a una fiesta de despedida en el tejado de la que salimos con ganas de más. Afortunadamente lejos de la despedida nos encontramos de sopetón con Sobre escaleras y sitios raros, la canción más corta y con más olor a single de todo el disco, con el ritmo marcado por ese teclado que nos acompaña a lo largo de todo nuestro viaje.

El banjo acentúa la melancolía que desprende el quinto corte, Tristura, sin duda uno de los momentos estelares en el disco: “unas veces la letra rima y otras veces no”. Como la vida misma. Un banjo más optimista nos sigue acompañando en Los amores ridículos: “somos figurantes de capítulos antiguos de Los Simpsons”.

Con la mitad del disco desgranado, tan solo la excesiva duración de algunas canciones y del disco en general supone un pequeño borrón, aunque es cierto que mientras escuchas las canciones casi ninguna parece pedir un recorte en el minutaje. Cada cosa parece estar en su sitio.

No hablaremos abre la segunda (y más inspirada) parte del disco. Impagables los coros de Fabián en ésta y en varias canciones más de Campeones de invierno. Velas y balas es uno de los temas más claramente pop del disco que sirve de antesala perfecta al maravilloso poker final que inicia No hay que volver, en la que deja su personal impronta Paco Serén y que por un instante me hace viajar años atrás y vestirme de “Pirata” (dije que no iba a mencionar a Ivan Ferreiro, ¿verdad?). Muertes simultáneas es una delicia en la que Carlos se hace acompañar por Fabián, que además de aportar los coros también canta un par de estrofas: “pude ver mi corazón en los márgenes del cielo”. Los instrumentales cuatro minutos finales de Los hijos violentos hacen de ella una de las mejores canciones que he tenido la ocasión de escuchar durante el presente año, con una parte inicial con piano y voz muy “kamikaze” (también me prohibí hablar de Quique González, ¿no es así?). El punto final al disco lo pone You’ll never walk alone, de título y temática metaforicamente futbolera, que se sostiene tan solo con la voz, una guitarra acústica y una letra de las que se antojan autobiográficas, de las que trasmiten y te hacen ponerte en la piel del autor.

No sé si Carlos Madrid logrará con estas doce preciosas canciones hacerse un hueco suficiente entre la maraña de nuevos artistas que surgen cada día ayudados por la facilidad de difusión que otorga internet, pero yo creo que merece al menos una oportunidad por vuestra parte. Os podéis fiar de mí, al menos no mencioné la palabra influencias

jmgil para sextohombredigital

2 Comentarios:

Anónimo

este pibe se ha sacado un discazo de debajo de la manga. por cierto, no veo absolutamente ninguna influencia de ivan ferreriro. de quique si hay influencias, a patadas, tambien las veo de fabian, y del que mas influencias veo es de patricio, cantautor madrileño. un saludo.

jmgil

Hola anónimo.
Yo si veo ciertas similitudes en algunas melodías y algunas guitarras con Ivan, más concretamente con su época en Piratas. Supongo que tendrá que ver con la colaboración en el disco de Paco Serén.

Gracias por comentar. Un saludo!

 
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