Es una regla no escrita que cada año sin saber cómo ni por qué surge un grupo/artista que te hace pensar en qué habías estado haciendo antes para no haberte percatado de su existencia. Este año claramente es mi caso con Yuri Méndez (productor habitual de Fabián) y su proyecto Pájaro Sunrise, con el que ha editado su segundo largo titulado Done/Undone, una colección de 22 canciones repartidas en dos discos absolutamente imprescindibles para todo buen amante del folk, del pop y de las canciones con deliciosos arreglos e infinitos detalles que las hacen grandes, muy grandes.
¿Y a quien querer más? ¿A mamá o a papá? ¿Done o Undone?
Difícil elección cuando en un lado de la balanza tenemos el pop optimista de Beggar/Lover, la melancolía desbordante de Keep on driving o la dolorosa perfección de Done, y en el otro lado tenemos la posibilidad de sumergirnos en el pop juguetón de Kinda fantastic, ponernos nostálgicos con la más que acertada versión del tema del Boss, Hungry heart o chasquear los dedos al ritmo de la irresistible The king is blue.
Para nuestra suerte no tendremos que elegir, tan solo disfrutar. Y es que aunque resulta complicado encontrar un disco con 22 canciones que no se nos haga largo y difícil de escuchar de una tacada, Yuri lo ha conseguido. Y lo ha hecho dotando al disco de una homogeneidad, creando un sonido propio, que lo hace mostrarse como una obra indivisible y compacta que merece ser degustada en su totalidad, sin prisas, descubriendo con cada escucha nuevos matices y detalles que nos hacen darnos cuenta que no estamos ante un disco más.
"Kinda fantastic"
"Done"
¿Y a quien querer más? ¿A mamá o a papá? ¿Done o Undone?
Difícil elección cuando en un lado de la balanza tenemos el pop optimista de Beggar/Lover, la melancolía desbordante de Keep on driving o la dolorosa perfección de Done, y en el otro lado tenemos la posibilidad de sumergirnos en el pop juguetón de Kinda fantastic, ponernos nostálgicos con la más que acertada versión del tema del Boss, Hungry heart o chasquear los dedos al ritmo de la irresistible The king is blue.
Para nuestra suerte no tendremos que elegir, tan solo disfrutar. Y es que aunque resulta complicado encontrar un disco con 22 canciones que no se nos haga largo y difícil de escuchar de una tacada, Yuri lo ha conseguido. Y lo ha hecho dotando al disco de una homogeneidad, creando un sonido propio, que lo hace mostrarse como una obra indivisible y compacta que merece ser degustada en su totalidad, sin prisas, descubriendo con cada escucha nuevos matices y detalles que nos hacen darnos cuenta que no estamos ante un disco más.
"Kinda fantastic"
"Done"
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