El problema de Sean Lennon es obvio. Tener como padre al mayor genio que ha dado la música contemporanea es a priori un contratiempo dificil de superar. Pero todos aquellos que obvien este prejuicio verán que Lennon Junior tiene potencial.
Friendly Fire es simplemente un disco genial. Lleno de canciones pop con melodías perfectas y por qué no decirlo, 100% Beatles.
Como muestra las maravillosas Deat Meat y Spectacle:
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